Un intento más

La lluvia caía con intensidad sobre aquel callejón de Ciudad Cobre. ─Estoy seguro que el hospital está dando la vuelta en la siguiente esquina.─ Me dije mientras corría por mi vida. Empecé a tambalearme un poco hasta chocar con la pared. Recuerdo que, una mancha intensa de grande cubrió justo donde mi hombro tocó. ─Claro, me dispararon.─ Empezaba a olvidar lo que me había ocurrido, sin duda me habían herido pero por más que trataba de recordar un porqué, no lo conseguía.

Traté de seguir el camino nuevamente, pero las fuerzas de cada pie se iba agotando, así que lo intenté lentamente, paso a paso. Sabía que tenía que llegar a la dichosa esquina para encontrar, ¿algún lugar? Sentía gotas de sangre recorrer mi brazo hasta la punta de los dedos, ya no podía levantar mi brazo izquierdo y yo tenía que buscar algo. ─Creo que debo ir al hospital.─ Dije tóntamente pues llegar a la esquina parecía eterno.

Cada paso que me acercaba, cada intento más, unos quejidos subían de intensidad. ─¿Qué será?─ Mi respuesta, apareció más adelante. Una silueta oscura caminaba hacia mi, lento pero seguro de que se tenía que encontrar conmigo. ─¿Será un amigo? ¿Algún conocido? ¿Me querrá ayudar?─ Dichos pensamientos cruzaron rápido por mi cabeza y por pura inercia caminé hacia la silueta, la cual alzó un brazo como queriéndome agarrar. Hice lo mismo y mis pies se movieron más rápido hasta alcanzar su mano extendida. La silueta terminó siendo una hermosa chica pelirroja quien me sonrió y jaló hacia ella en un abrazo tan fuerte que sentí cómo la sangre dejó de fluir por mi herida. Agradecí tanto el gesto que regresé el favor y la abracé tan fuerte como mi fuerza lo permitió.

Y ahí estábamos, dos personas absolutamente desconocidas, aparentemente, abrazadas en un callejón oscura durante una lluvia intensa de otoño. ─Hola... ─empecé a formular mi pregunta cuando una punzada en mi cuello me robó la idea.─ ¿Qué haces? ¡Argh! ¡Me está doliendo!─ La pelirroja clavó sus dientes y los hundía más y más en mi cuello. Junté la fuerza suficiente para quitarla de encima y en ese momento recordé todo y el peligro en el que me encontraba hizo que la adrenalina tomará control de mi cuerpo. Empujé a la zombie y salí corriendo directo al final de callejón con la esperanza de encontrar el hospital y que ahí me pudieran ayudar, pero al llegar por fin, jamás estuve tan equivocado.

Me detuve y caí de rodillas contra el suelo. La sangre que perdía era bastante y mi mente a pesar de ser controlada por el chispazo de adrenalina, empezaba a nublarse. Lo entendí todo, me estaba muriendo y el haber casi llegado a mi destino, estaba finalmente contagiado. Sentí como mi corazón empezaba a latir más y más lento. El aire me faltaba, empecé a asfixiarme pero ya no tenía fuerza para levantarme y correr. Contracciones se apoderaron de mis músculos, de mi cuerpo y lograron tumbarme. Como pude, me colocó boca arriba tratando de respirar y las convulsiones tomaron el control. La lluvia empezó a alejarse cada vez más y más, hasta que me perdí. Todo se puso oscuro, no respiraba, no sentí mi sangre bombeada por mi corazón, de repente, mi cuerpo recibió un shock que me arqueó totalmente y estaba de nuevo lleno de vida. Me levanté y mis heridas ya no me impidieron caminar, ni siquiera sentí el dolor. Volteé atrás y la pelirroja se acercó hacia donde me encontraba pero esta vez, me ignoró. Feliz por esto, caminé hacia mi destino, lento pero seguro. Crucé ante un local que aún mantenía parte de su vidrio y un escalofrío me recorrió, me detuve a observar lo que mis ojos no podían creer. Mi cuerpo, pálido grisáceo, cubierto de sangre por mis heridas y mis ojos blancos veían directamente al reflejo. ─¡Aagh... aagh... AAGH!─ Quise hablar inútilmente, parte de mis funciones cerebrales empezaron a desvanecerse junto con el recuerdo de quien fui. Sentí lágrimas recorrer mi rostro, mi último momento de humanidad.


Rainy alley by paikan07

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