Uno vuelve siempre a los lugares donde amó la "vida"

Uno vuelve siempre a los lugares donde amó la "vida". Esta frase apareció en mi vida por primera vez hace dos años aproximadamente, en una etiqueta de un vaso de plástico de una cafetería que cerró justo después de haberlo leído. No recuerdo qué fue lo que ordené, seguramente fue un té helado de algo, para refrescar el clima cálido de aquel entonces. Cuando lo leí aquella vez, no me causó gran impacto, la frase es profunda y tiene un gran significado si uno lo piensa bien, pero no me causó un momento de reflexión en el instante, así como lo hizo anoche cuando revisaba mis redes sociales y dicha frase se coló entre mis recuerdos; obviamente, como buen “millenial” capturé con una fotografía la frase impresa en aquel vaso, y así mi mundo vibró de una manera inexplicable. ¿Realmente tenemos en mente los momentos donde amamos la vida?


Analizando por primera vez la pregunta que me hice anoche, realmente no tengo respuesta, me tomaría posiblemente mucho tiempo y tal vez una soledad enorme para responder. Afortunadamente, la noche es amiga para muchos y para otros una fiel compañera con la que siempre podemos contar en momentos de reflexión y nostalgia. Tal vez tenga poca edad como para presumir de una existencia completa e incluso vivida. Después de todo, soy fielmente creyente que no importa si uno tiene setenta años, con descendencia que llega hasta los bisnietos, o una vida de veinti tantos años que el mundo apenas es un lugar por conocer, aquí lo importante es la experiencia y lo que se vive día a día. Una persona joven puede haber vivido más a su corta edad que una persona mayor. Esto también está marcado por las diferentes generaciones que nos ascienden e incluso las que nos preceden; después de todo, una generación es marcada por la sociedad en la cual crecimos y seguimos creciendo y viviendo. Entonces, ¿estamos conscientes de la vida que nos toca vivir? Eso depende de cada uno, de la situación de cada persona y lo que lo rodea, incluso la vida que se está viviendo; y para ello, uno debe de ser feliz y estar consciente de que la felicidad propia está en ese momento de la vida.

Una vez escribí: La vida pasa rápido, eso no lo podemos detener; sin embargo, debemos vivir y dejar vivir; seguir adelante, perseguir lo que anhelamos, jamás de los jamases dejar de soñar ni luchar por lo que queremos. Un año no es nada, lo que vivimos habla más, experiencias, vivencias, la vida misma. Ser felices es algo que debemos buscar. Pero la felicidad no es una cosa, es el conjunto de cosas y hay que encontrar cada una de ellas.

Lo anterior, debería justificar el deseo de vivir más y experimentar aún más; sin embargo, contrario a eso, existen muchos sentimientos negativos que nos afectan a poder vivir esos momentos: La depresión, tristeza, arrepentimiento, estas nos ciegan e impiden darnos cuenta de muchos momentos que bien podrían ser únicos. Esos sentimientos, nos alejan de la vida y de lo que nos rodea, cubriendo los verdaderos motivos de simplemente ser felices. Pero bueno, aquí entraría la psicología, la cual no domino y no me considero apto para hablar de estos padecimientos sin alguna base o fundamento. Sólo agregaría que, lo anterior, existe y afecta el modo de vivir de todas las personas; tristemente, no es tan visible como muchos lo creen, es una enfermedad silenciosa que lentamente consume a su portador y daña las mentes. Y aún así, retomando, estando una lucha interna o simplemente en paz con uno mismo, es posible saber qué estamos viviendo. Obviamente, la perspectiva cambia dependiendo de la mente y sus batallas internas, cambiando los objetivos de nuestra felicidad.
Dejando lo anterior de lado, y regresando a el deseo de vivir más, uno es y debería de ser responsable de su propia felicidad. ¿Cómo? Esa es la cuestión. ¿Qué es la felicidad? La RAE define:

felicidad.
Del lat. felicĭtas, -ātis.

1. f. Estado de grata satisfacción espiritual y física.

2. f. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. Mi familia es mi felicidad.

3. f. Ausencia de inconvenientes o tropiezos. Viajar con felicidad.

La segunda definición es justo a donde quiero llegar. La felicidad es un conjunto de personas, objetos e incluso situaciones que nos dan grata satisfacción tanto física como espiritual (primera definición). Habiendo dicho esto, ¿qué es lo que nos debería motivar a querer vivir más? ¿La felicidad misma? ¿La búsqueda de la felicidad?

En mi más sincera opinión, como lo ha sido desde el principio de este escrito, uno como persona debería buscar querer vivir más y experimentar todo aquello que crea que lo hará feliz. Así es, no es una búsqueda de la felicidad tal cual, es una búsqueda de la vida misma, un descubrimiento de lo que vivir nos podría ofrecer. No nos queda de otra más que vivir buscando todo aquello que nos guste y nos haga feliz, recolectando todas esas memorias y guardando esos lugares donde amamos estar ahí, en ese momento, la vida en sí. Entonces, ¿realmente existen esos momentos donde amamos la vida? Sólo existen si estamos conscientes de lo que estamos viviendo. Por eso mismo, uno es responsable de nuestra propia felicidad, incluso si uno tiene que regresar a aquellos lugares donde fuimos felices.

Así que, ¡vive! ¿Estás triste? Vive más. ¿Piensas rendirte? Está bien, pero sigue viviendo. No todo está hecho para que seas feliz; sin embargo, existe eso que podría hacerte feliz y motivarte a buscar más momentos, objetos, personas que te hagan sentir esa felicidad, que tal vez no estabas buscando pero sin duda alguna se siente excelente. Deberíamos ser todos felices, es un hecho que tendría que ser verdad. Pero no todos lo somos, y, en este momento me incluyo en ese grupo de personas, no soy feliz, y a pesar de que esa simple oración podría contrariarme todo lo que llevo escrito, declaro que sigo buscando esas piezas que tanto he estado buscando, pues, quiero ser feliz y estoy buscando ese objeto, esa persona incluso ansío poder vivir más para poder guardar en mi mente esos lugares donde amé la vida.

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Rompí mi secuencia de Anécdotas del Bartender para traerles un pedazo de sentimientos, algo que traía atorado desde, hace un par de meses ha decir verdad. Tenemos que ser valientes y a veces egoístas para poder buscar lo que estemos buscando. Después de todo, el mundo empieza con nosotros.

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