Golpes de Realidad II | Jab, jab, cross



Jab, jab, cross.

Pensé que tardaría más en escribir una segunda entrada a esta serie de escritos. Bueno, tarde o temprano tenía que pasar y sinceramente, esperaba que fuera en medio año y no tan pronto. Pero aquí estoy y tengo sentimientos y emociones que ojalá puedan salir.

Hace tres meses, mi vida dio un giro que realmente no esperaba y realmente no veía venir. Esta situación, como mencioné, sucedió hace poco; sin embargo, ayer y hoy me hicieron recordar que en verdad pasaron. ¿Qué diablos estoy escribiendo? Te preguntarás. Este tiempo descubrí nuevamente mi soledad y, no había pensando en mi situación actual después de haberme separado de aquella vida que conocí durante casi tres años. Rompí con una relación que muchos creímos que daría para más. ¿Por qué? Bueno, realmente no lo diré porque existen varias verdades. Pero mi situación ahora después del rompimiento, realmente jamás me había puesto a pensar en dónde estoy ahora que soy "libre", y lo escribo entre comillas pues porque realmente siempre lo fui, sólo que ahora no tengo a nadie con quien compartirlo. ¿Dónde estoy ahora? ¿Y ella, qué será después?

Las respuestas a todo lo anterior: No sé. No lo sé y no sé si podría saberlo. Sólo quiero que ella esté bien, porque independientemente del desenlace, la amé mucho y sólo le deseo lo mejor; esto incluye a encontrar a alguien mejor y su futuro sea felicidad y calma... Calma, es lo primero que deseo que tenga; que siga adelante, nada más hacia adelante y que me olvide. Sé que tres años no se podrán olvidar en tres meses, ella cree que lo hice y, no estoy seguro de haberlo hecho, simplemente olvidé el dónde estoy y hacia dónde voy, ¿qué he hecho? ¿Me arrepiento? No, todavía. Y bien le dije que podría arrepentirme en un futuro cercano o lejano, pero la decisión estaba tomada. Realmente creo que esto será para mejorar, aunque nos tardemos, los buenos recuerdos y el aprendizaje positivo siempre lo atesoraré. No olvidé tres años de relación, estoy tratando de seguir adelante mientras me quedo con lo positivo y feliz de ese tiempo juntos. Siempre la recordaré porque después de todo, como dije, la amé y por ese amor que le tuve, ambos debemos avanzar pero ahora, será por separado.

Sin duda ese mensaje que envió aquella madrugada, al leerlo me di cuenta que no he avanzado lo que me habría gustado avanzar, pero bueno, no es como que estuviera atado en cadenas y sólo estaba esperando a huir, lo cual no hice y me fui de esa vida simplemente, a mi ritmo. Supongo que es normal, una ruptura no es eso, romper y ya; una ruptura sentimental es un conjunto de sucesos que van en aumento: pérdida o aumento de peso, ausencias mentales, llanto sin control, desinterés en muchas cosas, etcétera. A cada uno le sucede algo distinto, en conjunto o individual, y de por sí es feo, la gran mayoría lo enfrentamos solos. A pesar de lo anterior, pues no podemos estar tristes todo el día; corrijo, no deberíamos estarlo, pues tenemos a la familia, amigos, blah, blah, blah. No por quitarles mérito, ellos siempre estarán ahí (y por lo mismo hay que procurarlos), pero a veces (y siendo sinceros), tenemos que fingir estar bien. Ponernos nuestra máscara con la sonrisa que los tranquilice y convivir. Uno por dentro podría estar rompiéndose, al borde del llanto pero ellos quieren que estemos bien que guardamos dicha tristeza para el momento de que la soledad llegue y nos abrace.

Sí, tuve amigos quien me hacían olvidar mi situación, todo esto mientras estaba acompañado de ellos, pero una vez nos separábamos, los recuerdos y malos pensamientos me terminaban acompañando en mi camino a casa a 180 km/hr. Sí, otra maldición propia de mi es que todos mis amigos viven cerca entre ellos y yo vivo siempre hasta el otro lado de la ciudad, en mi caso, a unos cuantos pueblos de distancia. Eso, y sumándole que me gusta la velocidad.

Este tiempo con mi soledad, me di cuenta de que hay que hacer algo por uno mismo. Así que decidí avanzar sin rumbo por ahorita y con la esperanza de encontrar un camino que me guste. Encontré un trabajo y agradezco la oportunidad que se me está dando y por eso estoy tratando de demostrar la mejor faceta que pueda, al hacerlo bien. Recordé la estabilidad económica, uno de algunos problemas tanto míos como de pareja. Retomé la escritura, algo voluble porque aún no domino la técnica ancestral aprendida en Nepal de escribir porque tengo que escribir. Tengo mis pasatiempos y ahora con el trabajo, puedo darme el gusto de comprarlos y seguir apasionado por ellos. Tal vez, quiera volver a bajar esos diez kilos si mi amor por la comida me lo permite por supuesto. Pero, como ya lo han dicho en comentarios anteriores, pequeñas metas, un paso a la vez.

¿Qué he aprendido? Que los golpes de realidad vienen y sólo queda recibirlos como van llegando... "Jab, jab, cross." Recuerdo que esa era la primera rutina cuando aprendí artes marciales (hace unos cuantos años por cierto). El maestro enseñó a esquivar y aguantar los golpes. A mover el rostro para no caer noqueados. "Jab, jab, cross." Así vienen esos golpes, una rutina básica de la vida. Seguramente, así como yo, esa rutina irá mejorando y mejores golpes irá dando. Bueno, tengo literalmente hasta la muerte para aprender a recibirlos, y en el mejor de los casos, a esquivarlos.

A ti, que me lees. Gracias.

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