Viaje 5 | Golpes de realidad XI

 


Casi un mes sin escribir mis aventuras en este viaje. Desde probar por primera vez la versión mini de las naranjas y descubrir que aquí todos manejan como pueden. De tener una compra súper compulsiva de un bulto de naranjas y dedicar todo un sábado para hacer jugo de naranja que durase toda la semana siguiente...

He compartido cosas chistosas, curiosas, pero sin duda desde la entrada anterior a esta, también han pasado, más que nada por mi mente, sensaciones tristes. Ciudad nueva, gente nueva y, prácticamente, cultura nueva, eso incluye a su cafetería de la cual me he hecho muy fan... ¡Imagínense! ¡Frappé con helado de yogurt!

Extraño ciertas cosas, pero sin duda los atardeceres son igual de mágicos que allá. Extraño poder seguir grabando el podcast que tenía con mis amigos, pero definitivo no extraño el café (como dije, ¡¡frappé con helado!!) aunque la amabilidad de los baristas es irremplazable. 

La parte que más miedo me provoca es la parte que seguramente a muchos independientes (con o sin pareja) les da, y es la parte del dinero. No me quita el sueño, pero es algo que me deja pensando cada quincena. Mi chica me dijo: "No hay que tener sentimientos negativos respecto a lo que estamos gastando." Es un pensamiento que me gustaría compartir aquí, porque es algo muy cierto y, aunque nunca lo he tenido, definitivamente es una creencia que deberíamos de adoptar. Hasta el momento apenas habíamos llegado a fin de mes pero una vez que te sientas y realmente piensas en cómo gastar el dinero, sea el sueldo que uno tenga, el dinero no debería de ser problema. Claro que un "sueldito" humilde de 40 ó 50 mil pesos no caería mal, pero sí adoptar una educación financiera debería de ser un paso importante en la independencia a lo largo de la vida.

Días tristes siempre tendré, y eso que apenas llevo poco más de un mes viviendo. He sentido soledad en mis días y confieso que no sé cómo sobrellevarlas. No tengo amigos con quién pasar el rato y debo confesar (también) que me cuesta y da miedo hacer nuevas amistades. Extraño jugar magic y ya sé a donde ir para jugar, pero al pensar que estaré rodeado de gente que no conozco, me da un poco de nervios y miedo, ¡y eso que el local de juegos me queda cerca! Los amigos lejos a veces los siento tal cual, lejos. Con la gran mayoría desde antes de mudarme sentía una alienación muy marcada; incluso dejé de hablarle a un par por lo mismo. Pero lo veo como parte de crecer y madurar. En la infancia, adolescencia los amigos son muchos y al llegar a cierta madurez en la vida como adulto joven, los amigos realmente son pocos, y sí los puedo contar con una mano. 

No quería dejar pasar lo que queda del mes sin escribir esta entrada. Estoy bien y lo estaré. Todo lo anterior son ideas y pensamientos que he tenido en mente y en la soledad de mi tiempo y que se convirtieron en golpes de realidad, ¡vaya! Y pensar que tenía tiempo sin escribir más los golpes que la realidad me ha dado. 

Gracias por leer.

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