Bienvenido al mundo


Waiting room by jozefmician


Me encontraba sentado junto a él, mi amigo, mi mejor amigo. Sus manos jugueteaban entre sí, su pierna izquierda tenía un tic bastante molesto pero el nerviosismo era bastante claro en su ser. Coloqué mi mano sobre su hombro, tratando de transmitir confianza y tranquilidad, él solo volteó y en su rostro habitaba la mirada más seria que jamás haya visto en él. -”No sé qué haré. No tengo la menor idea de qué será de mí después de hoy. Realmente me sentía estancado pero ¿ahora? ¡Siento que esto me acaba de hundir!” - dijo mientras se levantaba de la banca del hospital y caminaba hacia la otra pared. No tenía palabras para él en este momento, así que dejé que se tranquilizara un poco, respirara y estuviera listo para afrontar la vida.

-”¡Hey!”, -dije, -”¿Hundido, eh? Pues que esto te levante, pues no permitiré que le des una vida miserable y llena de reproches. Ni siquiera te permitiría que le dijeras que es el mayor error de tu vida, tal vez sea un error, una pequeña metida de pata así que conviértelo en lo mejor de tu vida, ahora tienes la oportunidad de hacer las cosas mejor, de buscar eso que tanto quieres en tu vida y mostrárselo, o mejor aún, hacerlo juntos. No es un error, tal vez sí estás estancado pero ahora es tu oportunidad de hundirte o salir adelante y no sólo yo como tu mejor amigo estaré para ti, todos tus amigos estaremos contigo.” -Él, sólo me miró, asombrado pero aún serio. Se recargó en la pared dándome la espalda y nos quedamos en silencio.



Pasó aproximadamente una hora de silencio. Él seguía recargado y yo estaba totalmente acostado en la banca, la espera era interminable y ninguno de los dos sabía que tanto más tendríamos que estar aquí. -”Puedes irte, si quieres. No es necesario que estés aquí hasta el final.” -dijo aún dándome la espalda. Sus palabras sonaban muy automáticas así que me levanté, caminé hacia él y de un sólo movimiento lo volteé hacia mi y golpeé la pared justo a lado de su rostro. -”Si en verdad quieres que sea mal amigo y me vaya, me voy. Pero ten los huevos para decírmelo de frente.” -Le dije casi gritando, de nuevo él sólo miró asombrado y después de un rato, me abrazó y comenzó a decirme entre lágrimas: -”Estoy tan nervioso, realmente no estoy seguro de lo que haré a partir de ahora, solo quiero que tenga una vida digna y no estoy seguro de poder dársela….”

-”Disculpe, ¿señor Emanuel Ruelas?” -preguntó una enfermera. Nos separamos y volteamos hacia la
Father and daughter by pseudo-me
enfermera. -”Fue niño, felicidades.”- los ojos de Emanuel brillaron tanto como si en su rostro tuviera dos soles, a pesar de lo que previamente me había dicho mi amigo, el instinto paternal de su interior salió a relucir, justo la mirada, el sentimiento que estuve buscando todo este rato. Toqué su hombro y lo felicité, el solo se limitó a sonreír, -”¿Puedo verlos?”- preguntó a la enfermera, ella asintió con la cabeza y nos guió a la habitación. -”Entrarás sólo, no…” -suspiré, -”no quiero interrumpir.” -así que me detuve en la entrada, él solo asintió con su cabeza y abrió la puerta. Ahí estaba ella, la mujer a quien consideraba el amor de su vida, de su existencia, ahora la madre de su primogénito, de su hijo, el producto de una relación difícil, pero a pesar de las barreras, supieron, juntos primordialmente, superar las barreras de las diferencias y lograr amarse una vez más después de tanto tiempo de negarse el uno al otro y regresar por una u otra razón. -”Emanuel, es hermoso.” -dijo ella con bastante cansancio en su voz; su instinto maternal había salido ya.

-”Creo, que me voy amigo, serás un gran padre, lo sé muy bien y regresaré de vez en cuando para ver al pequeño crecer y ayudarte a cuidarlo. Nos vemos.” -Cerré la puerta y miré por la ventanilla para ver al pequeño una vez más. -”¿Cómo lo llamaremos?”-preguntó ella. -”Si, realmente no te importa, me gustaría llamarlo como a él, en honor a él que después de todo este tiempo y a pesar de lo que pasó, estuvo conmigo hoy y me mantuvo fuerte en mi momento de debilidad.” -dijo Emanuel, con voz entrecortada por la emoción. Ella solo sonrió y con lágrimas en sus ojos dijo que sí y selló esa promesa con un beso y un susurro: -“Te amo, pequeño Alam, gracias por reunirnos después de todo este tiempo.”

Quité una lágrima que caía por mi mejilla, yo estaba feliz realmente. Me alejé de la habitación, caminé y caminé por el largo pasillo. Una luz intensa estaba al final, seguí caminando hasta desaparecer en la luz.
Stepping into the light by gilad


Alam
-Lo complejo de lo simple.

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