Viaje 1 | Dos estados cruzados para arribar al mar de arena

"Nayarit es irrelevante, solo tiene Tepic y ya." Estas palabras se me quedaron grabadas la primera parte del viaje. Realmente tiene una cierta verdad ahí pero no importa mucho. Disfruté cada curva de la carretera Federal Puerto Vallarta - Tepic. Ella iba muy tensa pero yo iba relajado pero con una tensión en los hombros por todo lo que llevaba: Tres vidas (contando la mía), mis pertenencias, mi carro, todo.

Disfruté el viaje, no solo por la compañía, que fue la mejor por supuesto, sino porque en verdad fue toda una aventura. Si me preguntas, el viaje fue bastante tranquilo, sin nada de otro mundo y solo fluir con la carretera misma. El cambio de paisaje de un bosque tropical e ir sobre la montaña de la Sierra Madre Occidental a un bosque templado y luego a un desierto, donde los árboles se convirtieron en cactus.

Sentí que crecí, maduré. Fue una decisión grande y no me arrepiento. Dejé algo confortable a algo que desconozco. Fue una buena decisión.

Llegamos el sábado por la noche. Mi primer atardecer en tierras del norte fue hermoso. No recuerdo el primer atardecer que vi, pero sin duda vi muchísimos mientras viví en la Bahía. Pues este atardecer tuvo colores más intensos con un mar de arena y muchísimas siluetas de cactus, un par de montañas pequeñas al fondo y el sol se ocultaba y aparecía conforme avanzaba por la eterna carretera con las vías del tren como vecina.

Alam CG