Golpes de Realidad V | Dos mil veinte


De esas veces que despiertas y no quieres saber nada más del mundo. Llegué a la oficina y tenía muchísimas ganas de escribir, de sacar mi odio por este día (en específico) y juntarla con mi odio por la vida en general. Pero la realidad de que tengo muchas cosas que hacer dentro de mi trabajo, me sacó de ese odio y me metió al estrés de lleno. Platicando con un amigo, el más enfocado de todos, justo me dijo: Te falta enfoque en la vida, estás muy desenfocado.

El año pasado perdí muchísimo el enfoque, pero cañón. No le hecho la culpa a nadie realmente, solamente a mí. Este año lo inicié, ni bien, ni mal cabe destacar, pero sin enfoque nuevamente. ¿Feliz? Sí, digamos que sí, lo normal, lo suficiente por iniciar un año nuevo y por las personas que te rodean, después de todo soy humano y me dejé contagiar por el entusiasmo que emanan. Sé qué quiero (me gustaría) hacer este año, realmente todo lo visualizo haciéndolo solo, ¿apoyado? Sí, pero solo.

Una persona me dijo: Relájate, respira profundo y verás que las cosas empezarán a fluir. Supongo que, es una buena recomendación para hoy, y realmente el resto del año.

Sólo espero recuperar mi enfoque, como en publicaciones anteriores vieron, un proyecto por fin salió adelante y aunque sobre la marcha seguimos aprendiendo, mejorando y modificando, el primer (y tal vez segundo) paso ya los dimos y pues estamos; existe el proyecto y eso fue una pequeña felicidad para cerrar el año pasado e iniciar este que ya nos alcanzó. Deseo enfocarme más, me gustaría no tardarme tanto pero alguien también me dijo que las cosas pasan por algo.

En retrospectiva, mi 2019 cerró con mucha sabiduría de las personas que me rodean. Para mi 2020 espero recuperar la mía y ser feliz.

A continuación, un pedacito de cómo mi sonrisa va recuperándose poco a poco...


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